De repente, aquí nos encontramos, solos, bajo las sombras de los árboles de este invierno de 2015, y así, sin nada que ganar o que perder, sin meditar ningún movimiento, ninguna culpa o acierto, respiramos el aire que se aproxima al mediodía, y libres, al fin, saludamos a la ciudad que así ganamos.
C2
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