Una vez escribimos sobre Karina en las fábricas de metal. Pero el tiempo pasa y ella ya no es una revolucionaria maoísta, sino una artista del porno. Quizá las trincheras y el triunfo de la Confederación están ahora ahí: Freud ya no es el artista del hambre, sino de la felación. Oh, sí, hay un invierno en Madrid donde las encinas no son el escenario del último tango de Bertolucci. Tú, la otra, me elogias el fisting, y la noche nos espera para devorarnos en el seppuku de los dioses y de las princesas que alguna vez amamos.
C2
2 comentarios:
He dejado un regalito en mi blog para este hermoso lugar....
Felicitaciones.
mey{MDP}
Le he dejado un regalo en mi rincón por su estilo, espero que le guste.
Un saludo.
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