martes, 3 de abril de 2012

"La muerte es la celada en que caemos. Cuando vemos el engaño y queremos dar la vuelta, no hay lugar" (Manrique)

(para lv_m)

Así nos despedimos de la vida, como de un bosque que arde. Pessoa giró el cuerpo, en la cama del hospital, y miró la pared: así murió. Un largo incendio es nuestra vida, donde las lágrimas jamás pueden apagar nuestra diaria quema de pérdidas y olvidos. Digamos adiós al mañana, y, como los soldados de Kavafis, saludemos, saludemos, con honor y valor, a la Alejandría que así perdemos para siempre.

C2

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