Allí, hay una bajada excavada en la piedra, Al final, una grieta por la que entra la luz y la imagen del río, cercano. Una puerta de metal cierra la salida. Y el observador lamenta no haber hecho la fotografía de la puerta, quizá, la única significativa. Pero suelen ser así las cosas. Observamos detalles importantes, pero lo esencial sólo lo vemos en el recuerdo de lo perdido para siempre.
Paradójicamente, o quizá no, tendemos a recordar con más intensidad lo que ya está perdido en el mundo de la realidad física. Y entonces, el conflicto entre la viveza del recuerdo y el conocimiento de su imposibilidad en el presente, nos produce dolor. C2 PD: Y muchas gracias, DeSado por llevarnos, a Ponce y a mí, en ese retornar al recuerdo por las Sorias de España.
A tiempo perdido, tiempo ganado... Fantásticas fotografias, la altura de la torre impresiona vista desde abajo, no quiero ni pensar desde arriba. Un cordial saludo.
3 comentarios:
Si esta en el recuerdo,amigo mio,no esta perdido ....
Paradójicamente, o quizá no, tendemos a recordar con más intensidad lo que ya está perdido en el mundo de la realidad física. Y entonces, el conflicto entre la viveza del recuerdo y el conocimiento de su imposibilidad en el presente, nos produce dolor.
C2
PD: Y muchas gracias, DeSado por llevarnos, a Ponce y a mí, en ese retornar al recuerdo por las Sorias de España.
A tiempo perdido, tiempo ganado... Fantásticas fotografias, la altura de la torre impresiona vista desde abajo, no quiero ni pensar desde arriba.
Un cordial saludo.
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