Las ciudades y los cuerpos pueden ser oscuros, pues nada entenderíamos de la luz sin su ocasional ausencia. Pero, atención, la oscuridad a veces no es la falta de luz, sino la presencia por ella misma del otro lado de lo blanco: ese lugar del espejo donde vive permanentemente nuestra Alice.
C2
1 comentario:
Ud, Su gata, el dolor, la luz....gracias, Amo.
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