"Ah, mi amiga, si en el mármol de los adioses hubieras dejado la estatua que nos podía acompañar, como un gato para dejarse definir", escribió Lezama. Pero el gato, el mármol, el adiós, ¿no tendrán un hueco en los espejos de mi dormitorio? ¿no tendrán tus ojos cuando lleguen las dulces lluvias de la primavera? Y así, di adiós, di adiós, al mañana.
C2
1 comentario:
una gatita, una perrita, y otra gatita mirando tras el cristal...
besitos,Amo.
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