Introducimos
la mano entre el pasado y el futuro,
y he ahí
que acariciamos el gato del presente.
Está con ella: la lleva hacia el espejo de platino de la locura.
Allí, los dos quieren ser tres.
Está con ella: la lleva hacia el espejo de platino de la locura.
Allí, los dos quieren ser tres.
Empuja,
empuja, escuchamos, hacia el exterior del espejo.
Que sólo nos quede el presente.
Recoge el cetro del rey muerto y arranca los ojos del muñeco.
Pero el uno es un premio de consolación en el infierno.
Y en el balcón veremos la bandera de las plantas o los árboles.
porque junio antecede a los cónsules en las cámaras de la púrpura.
Así, dejaremos, una vez más, los sueños de Lisboa
para el número que quiere ser dos en el desierto del corazón.
Que sólo nos quede el presente.
Recoge el cetro del rey muerto y arranca los ojos del muñeco.
Pero el uno es un premio de consolación en el infierno.
Y en el balcón veremos la bandera de las plantas o los árboles.
porque junio antecede a los cónsules en las cámaras de la púrpura.
Así, dejaremos, una vez más, los sueños de Lisboa
para el número que quiere ser dos en el desierto del corazón.
C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario