Observamos los cuerpos como esas islas oceánicas que construyen las nubes en el cielo del atardecer. Países para viajeros audaces, y que los imaginamos sometidos a las borrascas del deseo y a la luz de aquel desfile de antorchas que acompañó en su último viaje a Stevenson. Quizá, por qué no, allí donde Morgan escondió su último tesoro.
C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario