jueves, 3 de mayo de 2012

Hijo de centurión, vivió en Cartago y combatió las herejías. Pero Tertuliano se acabó saliendo de la Iglesia. El deseo es perverso en su esencia.

C. me escribe de un texto recuperado entre los papeles del pasado: "Tertuliano". "Unos imaginaron fuentes de ambrosía; otros, palacios de jade y amatista: él concibió una eternidad donde los justos se deleitarían con el aterrador espectáculo del tormento de los réprobos. Quedara para los tibios el disfrute de las dichas melifluas de la salvación; él soñaba con el cielo de los sádicos".

C2





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