domingo, 27 de mayo de 2012

No son las banderas en el polvo de Faulkner, pero sí una tarde de sol y juegos tácticos.

Un uniforme es un núcleo dialéctico, al que basta mover del centro de su esfera para que los mapas cambien y persevere el deseo. Así, en el filo del calor llegan los visitantes, con las maletas de piel y las huellas en las sábanas, que nos hablan de lo humano y lo imaginado, como títulos de Nietzsche.

C2

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