Las alas sobre la isla del Laberinto nos hablarán de la cera fundida, del deseo de volar, del enigma que se esconde tras el espejo de nuestro corazón. Y así, en la noche, la webcam es nuestra alfombra voladora y Aladino se esconde en cada página de Alice, más allá de las últimas horas.
C2
2 comentarios:
Ojala nunca perdamos su pista...
luna: nuenca perdemos el hilo que nace de nuestro corazón.
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