Alguien espera y nosotros sólo estamos observando, ni siquiera nos preguntamos por su nombre ni por su historia. Nada nos preguntamos en esa tarde. Nada hay que preguntarse. Porque la tarde y su viento de verano se acaban de llevar todas las preguntas demasiado lejos de nosotros. Así. No hay ninguna pregunta ni ninguna respuesta en el viento final.
C2
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