Afirmará Erasmo, en su "Elogio de la locura", la certeza de que en el loco su corazón, su cara y sus labios están siempre de acuerdo. En cambio, asegura, los sabios tienen dos lenguas: una que dice la verdad y otra que dice lo que le conviene. Ahora miro tus ojos y veo aquella habitación de Lisboa en ellos. ¿Cuánto tiempo estuviste loca, o sólo era yo el loco? ¿Exististe alguna vez? ¿Con cuántas personas construyo ahora tu Frankenstein?
C2
No hay comentarios:
Publicar un comentario