Las pieles tienen su propio mapa y sus juegos concisos. Allí, el deseo anida en los roquedales ocultos de la noche y los espejos retornan, una y otra vez, a ser mirados por las damas, buscando el último ajedrez donde ella se tapa la boca con la mano, en un gesto diminuto.
C2
1 comentario:
A veces los gestes diminutos son los más significativos.
Besitos!
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