En la noche, la rosa es un sexo femenino que nace oscuro, y que crece en las horas últimas, antes de que llegue la mañana y se enciendan las máquinas de café de los bares de las afueras. Pero, precisamente entonces, tú no te reconoces en los espejos.
C2
4 comentarios:
la locura de los amantes es la felicidad más perfecta... porque cuando mi sexo se convierte en rosa palpitante, y todo es y está como debe de ser, en ese fugaz instante,ya no miro los espejos, ni le temo a la muerte.
"Ya no miro los espejos, ni temo a la muerte": no se puede definir mejor la marea del amor. Quizá por eso los espejos, la muerte y el amor comparten una misma habitación. C2
LOS ESPEJOS TAMPOCO RECONOCEN LA LOCURA DEL MOMENTO PRESENTE. HERMOSO LO EFIMERAS Y COMPLICADAS QUE SON LAS ROSAS SILVESTRES. I
Los espejos no se reconocen, Indira, entregan su corazón de cristal a reflejos que arden en ellos o los invaden como un mar lejano. En cuanto a las rosas silvestres...son de breve duración y con muchas espinas.
C2
Publicar un comentario