jueves, 24 de mayo de 2012

Días como humo, pero acaso podíamos creer otra cosa? Años como humo, pero no lo hemos sabido siempre?

Catacumbas en París, obeliscos inacabados en Egipto, casas donde crecen árboles en La Habana. Y así nos alcanza la tarde, donde el ámbar verde es un signo de los viajeros del tiempo perdido, allí donde Proust retornaba a ver las catedrales iluminadas y nocturnas.

C2



2 comentarios:

Sin Fin Indira dijo...

Me gusta Proust :)se ha pronunciado, embriagado con tantos humos.

CONSUL2 dijo...

Embriagado, también, por el dulce de leche, por las cientos de fotos...y por tu ambiente, pequeña.

C2