martes, 16 de mayo de 2017

El tiempo llega con una línea oblicua que une Bilbao y Jerez, donde las palmeras y el deseo también construyen su laberinto

A veces extendemos los brazos para acoger el tiempo presente, como los arcángeles que poseen su propio cielo asomado sobre las construcciones del placer humano. Y así, nosotros también nos asomamos a nuestros paraísos abrazando nuestros mejores y alicientes días.

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