sábado, 14 de mayo de 2016

Quizá la única isla del tesoro sea uno mismo, allí donde están las playas de la memoria y las huellas de las personas amadas

Quedan tus huellas sobre la playa. Tomas mi imagen. Parece que va a llover y el mar te atrae, y quieres acercarte a él, pero antes está la fotografía de quien revuelve la arena con los pies. Y así, luego, la cámara se convierte en mi mirada que te sigue, que continua tu camino, tan sin prisas que parece que no andas, que te deslizas como una ola por mi vida

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lunes, 9 de mayo de 2016

"La glorie des cités dans le soleil couchant" ("La gloria de las ciudades en el sol poniente"). Baudelaire

Los viajeros observan su sombra sobre la arena. Y el viento les trae a los labios sabor a mar y también esos besos dados que son como hojas, que se renuevan en cada encuentro, como estaciones primaverales en los árboles frutales. Y así rezamos al presente, obedeciendo a los dioses recién nacidos que nos trae cada mañana de la vida. 

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jueves, 5 de mayo de 2016

"Je pense aux matelots oubliés dans une île" (pienso en los marineros olvidados en una isla). Baudelaire

Nunca se olvida el olor a mar de los puertos, ni esa forma de quilla de barco que toman las casas cuando se asoman a la mar. Y nuestra memoria vuelve y revuelve hacia esa posada del Almirante Benhow, de Stevenson ("La Isla del Tesoro"). Del piano que hace olas y pulsos de sangre en la taberna cantada por Lluis Llach ("A la taverna del mar"), o en ese eterno gemido de Jacques Brel, cuando nos habla de esos "marineros que duermen como oriflamas caídas", en "Amsterdam".

Así, este recuerdo se erige como faro de la memoria, como nautilus del fin del mundo, como lo que el mar nos abandona entre los brazos, como la mirada de las sirenas naufragando en el orgasmo de los marineros que vuelan sobre el océano.

PD: https://es.wikipedia.org/wiki/La_isla_del_tesoro    https://www.youtube.com/watch?v=eFPGGVzK4Xs   https://www.youtube.com/watch?v=7zyycg7G0hY

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lunes, 2 de mayo de 2016

Luces del Sur y las palabras de Mallarmé: "Sous l´antique désert et les palmiers heureux!"

A veces uno recuerda aquella novela "La palmeras salvajes" de Faulkner, traducida por Borges, y piensa en aquellas palmeras que han ido marcando mi vida: esa extrañeza que me producían en los jardines de Bilbao, su conversión en bosque en Alicante, internas en plazas marítimas de Barcelona, perdidas entre olivos en Jaén, transmutadas en egipcias en el templo de Debod de Madrid, creando sombras en las murallas de Jerez...Y aquí, al fin, compitiendo con las luces casi orientales del Sur.

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domingo, 1 de mayo de 2016

Balneario de almas o cuando decimos con palabras de Pessoa: “Qué difícil es no ver sino lo visible”.


El mar es la muerte y la vida, donde sentimos “tant de sommeil sous un voile de flamme” (“tanto sueño bajo un velo de llama”, Valéry). La vida es una sucesiva llegada a playas, de las que nos marcharemos  con sal en los ojos, y en nuestra memoria esos versos sobre la enfermedad de los ojos que escribía Saint-John Perse: “O sabre de Strogoff à hauteur de nos cils!” (“¡oh sable de Strogoff a la altura de nuestras pestañas”), porque llevamos el mensaje de un muerto hacia tropas que no nos esperan. Pero asi, allí donde se duerme sobre las olas, descansamos, tenemos placer, nos reencontramos, porque existen balnearios de almas, donde daremos sentido al dolor de nuestro corazón.  

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