Los viajeros observan su sombra sobre la arena. Y el viento les trae a los labios sabor a mar y también esos besos dados que son como hojas, que se renuevan en cada encuentro, como estaciones primaverales en los árboles frutales. Y así rezamos al presente, obedeciendo a los dioses recién nacidos que nos trae cada mañana de la vida.
C2
1 comentario:
Un placer perderse en tu blog....
Publicar un comentario