Desde joven me gusta mucho el soneto de Mallarmé dedicado al cisne. Habla de que sus alas se ven atrapadas por la nieve del suelo, de sus vuelos que desgarrarán el lago helado que intenta atraparlo. y así, en esta foto realizada por Carmen Fox, vemos la túnica de princesa del pájaro que le permite abrirse paso entre el aire y la tierra, entre el deseo y la ilusión. Y emprender el vuelo!!!
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domingo, 18 de diciembre de 2016
domingo, 4 de diciembre de 2016
Asi vio Drake sus sueños, cuando los cuerpos y los continentes hay que conquistarlos
Tomaremos al asalto Portobello, apretando su cuerpo contra la muralla, de rodillas ella, su boca abierta por la fuerza de la penetración, y la singladura será a sotavento mientras la corbeta se prepara para el asalto de tu cuerpo y de tus murallas.
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martes, 22 de noviembre de 2016
"Y ahí fuera un gran silencio, como el de un dios que duerme" (Pessoa)
Rescatamos de las ruinas la cabeza de un ángel dormido. Los golpes y el paso del tiempo, como sucede con nosotros, le ha dejado casi irreconocible, pero de alguna manera la vida se esconde en el interior del mármol desgastado, asoma por sus ojos, nos llama desde el infinito de la destrucción y nos avisa de que en cada segundo late la eternidad, nuestra eternidad.
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viernes, 18 de noviembre de 2016
El deseo toma la forma de la mirada de un director de cine italiano a su Silvana
Aquellas medias que establecían un terreno neutral para que los ojos consideraran la promesa de las selvas, allí donde se escondían los posibles pájaros. Ese terreno de nadie en el muslo que es como bandera roja para nuestras manos, y que hace decir a la boca: "estás muy buena, quieres ser mi postre?"
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miércoles, 12 de octubre de 2016
Las habitaciones son lugares de espera del otro
Veo algunos títulos de oleos de Hopper donde la ventana está siempre presente ("Sol matinal", "Mañana en una ciudad", "Habitación en Brooklyn"...), y nunca sabemos si lo exterior es la propia habitación o donde mira la protagonista. O quizá es lo que no observamos y que no ha querido que veamos el pintor, donde comprenderíamos lo que en toda habitación con ventana hay de espejo de nosotros mismos. C2
jueves, 22 de septiembre de 2016
La pregunta está en el viento (variatio). Y también en los muros que cierran o abren el Paraíso
"Altas y sólidas murallas", escribirá Kavafis en su poema "Murallas" (en 1911). Pero no, parecen sólidas, pero el viento y los pájaros las atraviesan. Era un malentendido, una visión de los ojos acostumbrados a la piedra y al cristal.
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viernes, 2 de septiembre de 2016
Hay ciertas escaleras donde "todo es imaginable", como decía Sade
Escaleras donde una impensable curva nos permite encontrar, tan cerca de la calle, un recodo de invisibilidad; escaleras de mármol antiguo ya sin alfombra (quedan las marcas de los hierros que la sujetaron) y así imaginamos que los pies descalzos vienen a sentir el placer de la esclavitud; escaleras de pasamanos de caoba salvados del destino y la historia, como los recuerdos que ahora nos invaden.
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lunes, 29 de agosto de 2016
Tiempo de alboradas, cuando la ciudad abre la puerta de nuestros ojos y nuestro corazón
Súbitamente, la ciudad se transforma en un puente de luz y de sombras que une la noche y el día. Un espejo por el que caminamos escuchando una voz que nos toma, que nos posee, nos guía por los espejos ardientes de Dante, y nos devuelve una mañana nueva, con ese sonido dulce de las pequeñas campanas de plata de los valles del Rhin. Allí, sí, en las escaleras donde nos encontramos, más allá del Faro del Fin del Mundo.
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jueves, 4 de agosto de 2016
"Ha pasado mucha agua bajo el puente", dice Sam a Ilsa en Casablanca. Ahora toca cruzar otros puentes.
Mantenemos la imagen del personaje de Kipling, con la corona de otro, balanceándose sobre el puente de "El hombre que pudo reinar". Puentes que son símbolos de tránsito, de ritos de pasaje, de búsqueda...en bosques, playas y jardines. A veces dentro de nosotros mismos, y donde quizá permanecemos en su mitad esperando lo inesperado de la otra orilla. Y allí, entre el cielo y el infierno, nosotros, en el recuerdo, en el presente y en el futuro..
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domingo, 31 de julio de 2016
Carroll pensaba en lo que pensaria Alicia recorriendo el túnel del otro país...
El túnel al país de las maravillas lo tenemos dentro, lo hacemos día a día, avanzando y retrocediendo por él, a veces caminando paso a paso y a veces con la rapidez alada de Aquiles. En ocasiones, está en nuestra memoria, en nuestra imaginación o en nuestro deseo. Y mientras veamos el túnel, lo sintamos dentro de nosotros, lo deseemos, seguiremos estando en nuestro camino, el que una vez elegimos.
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miércoles, 20 de julio de 2016
"El dulce canto de los pájaros de lejos" ("Douz chans d´auzels de loing", Jaufré Rudel)
La distancia se transforma en puente sobre el abismo temporal en los versos de trovadores y minnesingers, porque es nuestra pasión la que da cuerpo a nuestras sombras, piedra de toque en el atanor del alquimista, como aquel que viviera en el relato de Borges, aquel que solo necesitaba nuestra fe para convertir la ceniza de una rosa...en rosa. C2
jueves, 7 de julio de 2016
Glicina sobre una pérgola en julio, en el parque de la Bombilla, una mañana de lluvia.
Los jardines son, a veces, lugares donde uno mantiene conversaciones por teléfono. Allí, la distancia parece reducirse, casi desaparecer, y uno tiende a no mirar al lado para que no aparezca la sombra de la persona con la que habla. De repente, la conversación termina. Y en ese momento crecen árboles y arbustos junto a nosotros, como si surgieran de la nada. Porque, efectivamente, antes no existían, solo había esa voz que nos arrastraba por encima de ciudades y de campos hasta un cuerpo y unos labios. C2
viernes, 1 de julio de 2016
"Sous l´antique désert et les palmiers heureux" (M)
Escribió Mallarmé sobre Herodías, madre de Salomé, y también uno de mis poemas favoritos, "El cisne", y mencionó en un poema sobre el verano este verso de "bajo el antiguo desierto y las palmeras felices". Y en esta noche que Carmen Fox me envía desde Cádiz esa imagen de las palmeras, en una ciudad que se bebe el poniente, yo fuerzo los colores de la fotografía, uniendo su mirada y la mía, bajo las palmeras felices. C2
lunes, 20 de junio de 2016
Los recuerdos son un túnel
Túneles de trenes antiguos que dejaban carbonilla en la cara. Túneles de
aquel gran topo de Kafka. Túneles de la tortura de la rata en el pecho. Túneles
que abrimos todos los dias para que entre la luz. Túneles donde ella se cambia
de ropa, para aparecer como princesa o esclava, cuando aparece la luz de la
realidad. C2
martes, 7 de junio de 2016
¿Por qué unas pinzas me hicieron pensar en Lot y en su mirada a la mujer de sal?
A veces se lee la historia bíblica de Lot. La imagen de su
mujer, convertida en sal al mirar la destrucción de Sodoma y Gomorra, ha dado
lugar a una metáfora que se ha usado durante siglos. Pero, por un momento, no
me intrigó tanto la mirada de la mujer, como la de él mismo. ¿Miraría a su
mujer o no? No se habla nada de sus sentimientos, como si allí no hubiera
pasado nada, o se hubiera librado al fin quizá de una mujer tentada por las
gomorritas. ¿Quizá ella intentó recordar a alguna amante prohibida? Busqué
datos sobre el tema y encontré dos hermosos poemas sobre este tema: uno de Anna
Ajmátova, y otro de Wislawa Szymborska. Pensé también en ese momento en que uno
pone pinzas a la sumisa, y ésta se convierte en estatua, quieta, quizá
pensativa. ¿Qué mira, qué siente más allá del dolor? ¿También mirará atrás en
su vida?
Versos del poema de Ajmátova: "Pero mi corazón no olvida/ a la que dio la vida por una mirada".
Versos del poema de Szymborska: "(miré atrás...) Por la súbita certeza de que, si muriera/ ni siquiera se habría detenido./Por la desobediencia de los sumisos"Versos del poema de Ajmátova: "Pero mi corazón no olvida/ a la que dio la vida por una mirada".
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miércoles, 1 de junio de 2016
La significativa levedad de los ángeles que protegen el mar
Cuando era niño me fascinaban las escolleras artificiales construidas con cubos de hormigón frente al Cantábrico, como ejércitos de las Termópilas resistiendo desafiantes al Jerjes infinito del mar. Parecían inatacablemente fuertes, pero era consciente de que cada invierno tenían que añadir más guerreros para que no desapareciera aquel rompeolas. Fuera como fuera aquella barrera ejercía interés en mi imaginación. Pasaron los años y de repente un día volví a ver algo semejante frente al Atlántico. No sabía en ese momento qué me empujó a fotografiar ese paisaje una y otra vez. Ahora lo he comprendido: rompeolas somos contra el destino y así, en esta obra de nosotros mismos y de nuestro corazón, tomamos posesión de los cruceros que vendrán a nuestros puertos, a los que llamamos Alejandría.
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sábado, 14 de mayo de 2016
Quizá la única isla del tesoro sea uno mismo, allí donde están las playas de la memoria y las huellas de las personas amadas
Quedan tus huellas sobre la playa. Tomas mi imagen. Parece que va a llover y el mar te atrae, y quieres acercarte a él, pero antes está la fotografía de quien revuelve la arena con los pies. Y así, luego, la cámara se convierte en mi mirada que te sigue, que continua tu camino, tan sin prisas que parece que no andas, que te deslizas como una ola por mi vida
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lunes, 9 de mayo de 2016
"La glorie des cités dans le soleil couchant" ("La gloria de las ciudades en el sol poniente"). Baudelaire
Los viajeros observan su sombra sobre la arena. Y el viento les trae a los labios sabor a mar y también esos besos dados que son como hojas, que se renuevan en cada encuentro, como estaciones primaverales en los árboles frutales. Y así rezamos al presente, obedeciendo a los dioses recién nacidos que nos trae cada mañana de la vida.
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jueves, 5 de mayo de 2016
"Je pense aux matelots oubliés dans une île" (pienso en los marineros olvidados en una isla). Baudelaire
Nunca se olvida el olor a mar de los puertos, ni esa forma de quilla de barco que toman las casas cuando se asoman a la mar. Y nuestra memoria vuelve y revuelve hacia esa posada del Almirante Benhow, de Stevenson ("La Isla del Tesoro"). Del piano que hace olas y pulsos de sangre en la taberna cantada por Lluis Llach ("A la taverna del mar"), o en ese eterno gemido de Jacques Brel, cuando nos habla de esos "marineros que duermen como oriflamas caídas", en "Amsterdam".
Así, este recuerdo se erige como faro de la memoria, como nautilus del fin del mundo, como lo que el mar nos abandona entre los brazos, como la mirada de las sirenas naufragando en el orgasmo de los marineros que vuelan sobre el océano.
PD: https://es.wikipedia.org/wiki/La_isla_del_tesoro https://www.youtube.com/watch?v=eFPGGVzK4Xs https://www.youtube.com/watch?v=7zyycg7G0hY
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Así, este recuerdo se erige como faro de la memoria, como nautilus del fin del mundo, como lo que el mar nos abandona entre los brazos, como la mirada de las sirenas naufragando en el orgasmo de los marineros que vuelan sobre el océano.
PD: https://es.wikipedia.org/wiki/La_isla_del_tesoro https://www.youtube.com/watch?v=eFPGGVzK4Xs https://www.youtube.com/watch?v=7zyycg7G0hY
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lunes, 2 de mayo de 2016
Luces del Sur y las palabras de Mallarmé: "Sous l´antique désert et les palmiers heureux!"
A veces uno recuerda aquella novela "La palmeras salvajes" de Faulkner, traducida por Borges, y piensa en aquellas palmeras que han ido marcando mi vida: esa extrañeza que me producían en los jardines de Bilbao, su conversión en bosque en Alicante, internas en plazas marítimas de Barcelona, perdidas entre olivos en Jaén, transmutadas en egipcias en el templo de Debod de Madrid, creando sombras en las murallas de Jerez...Y aquí, al fin, compitiendo con las luces casi orientales del Sur.
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domingo, 1 de mayo de 2016
Balneario de almas o cuando decimos con palabras de Pessoa: “Qué difícil es no ver sino lo visible”.
El mar es la muerte y la vida,
donde sentimos “tant de sommeil sous un voile de flamme” (“tanto sueño bajo un
velo de llama”, Valéry). La vida es una sucesiva llegada a playas, de las que
nos marcharemos con sal en los ojos, y
en nuestra memoria esos versos sobre la enfermedad de los ojos que escribía
Saint-John Perse: “O sabre de Strogoff à hauteur de nos cils!” (“¡oh sable de
Strogoff a la altura de nuestras pestañas”), porque llevamos el mensaje de un
muerto hacia tropas que no nos esperan. Pero asi, allí donde se duerme sobre
las olas, descansamos, tenemos placer, nos reencontramos, porque existen
balnearios de almas, donde daremos sentido al dolor de nuestro corazón.
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viernes, 22 de abril de 2016
Ibn Hazm nos habla del collar y de que todas las batallas son perdidas salvo las del amor
Fiel a la causa de los últimos omeyas, Ibn Hazm escribió que el alma busca las formas bellas, y que si en ellas encuentra "algo de su propia naturaleza" surge el amor. Haciendo, así, radicar el amor en la esencia especular de la mirada, y entonces se abrirán las alas que nos hacen volar hacia el infinito, aunque a veces la sombra de Mallarmé y los vuelos que no han sido o quizá la mirada infinitamente triste del Angel de la Historia de Benjamin conviertan el cielo en la última bandera pirata.
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jueves, 14 de abril de 2016
Hemos construido un dique en la playa para escuchar el oleaje durante nuestro sueño
Y así ella permanece sujeta, atada a las corrientes submarinas, hipótesis de color del capitán Nemo, y quizá por ello los faros del fin del mundo nos anuncian ahora la llegada a Alejandría de la flota de los espejos con velas oscuras.
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martes, 12 de abril de 2016
Llega abril, y es otro Eliot en el que pensamos, aquél que afirmaba que "sólo a través del tiempo se conquista el tiempo".
Viajes de dunas, de balnearios que se perfilan blancos en el mar sobre el que andamos, de vistas de nubes a través de cristales, de la diana marcada de corazones elipses. Y los cuerpos que retornan bajo la lluvia a ese "disturbance of the spring".
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viernes, 1 de abril de 2016
La palmera, metáfora antigua de la vida de los justos, y para mí señal de la libertad, aunque la veamos a través de los barrotes de lo real.
En ocasiones nos preguntamos si el horizonte nos muestra las primeras o las últimas luces. Qué neblina arrastran las alas de los ángeles o de los demonios, y si el imperio de la luz de Magritte nos mostrará el comienzo del día o será la bandera de su final. C2
jueves, 17 de marzo de 2016
Alicia frente al mar. (para C.F frente a su mar)
y ella se pregunta si son
lágrimas o son olas,
de esas que siempre han movido su
vida,
de un lado para otro, y que han
dejado
su piel marcada y sus ojos llenos
de recuerdos
que a veces le duelen como balas
de plata en el corazón.
Allí, junto a los baluartes que vencieron a Drake,
Alicia se interroga, mueve sus
pies sobre la arena,
siente las cadenas que atan sus
tobilleras, y recuerda
habitaciones llenas de luz y de
deseo,
cuando el placer se une al dolor
y escriben unidos en la piel.
Porque Alicia siempre está frente
al mar,
con el mapa de la isla del tesoro
en su mano,
y envuelta en la bandera de sus
sueños,
recordando el día en que eligió
la libertad
y esa jaula que tiene siempre,
siempre, la puerta abierta al mar.
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domingo, 6 de marzo de 2016
Lo único y lo plural: "Así es el curso de la vida, esta es mi selva". Ezra Pound
El libro compuesto de hojas, la biblioteca compuesta de libros. Lector y lectores. ¿Dónde está la unidad? ¿Existe, al fin, lo que alguna vez pensamos único? ¿O acaso tampoco la pluralidad sea más real que el corazón en el cuerpo cuando lo abre un cirujano... y todos los espejos del mundo lo reflejan?
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viernes, 19 de febrero de 2016
Esbozo de relato oblicuo: el ascensor (para mi Cómplice)
Si alguien le hubiera hecho una foto por dentro, la
imagen sería brillante, con mucha luz por los metales. Allí ella se veía con su
amante. Yo lo sabía desde hace meses. Quedaban los viernes, antes de que
llegara su marido. Ella salía de su casa cuando él la debía llamar o avisar de
que ya era el momento. Se abría el ascensor y ellos bloqueaban la puerta con un
pañuelo para que nadie lo pudiera llamar. Y por ese pequeño hueco yo los veía.
La puerta de mi casa estaba justo enfrente y yo por la mirilla tenía delante la
pequeña grieta de la puerta del ascensor, que mostraba apenas, pero todavía
perceptiblemente, el cuerpo de ella arrodillado y haciendo oscilar su cabeza contra
el pantalón de él, que oprimía con su mano el pelo revuelto y salvaje de ella.
El proceso era sencillo, como un ritual. Ella entraba, se arrodillaba, cumplía
su función, y luego se levantaba y salía. Yo tengo la sensación de que lo
tragaba, porque ni él sacaba ningún pañuelo ni luego quedaban restos en el
ascensor, cosa que más de una vez comprobé cuando ya no estaban. Lo que no
tengo claro es él la pagaba o no. O sólo con aquella escena ella ya se excitaba
lo suficiente como para que siguiera haciéndolo todos los viernes. Hoy es el
día en que les toca verse, y yo ya estoy preparado. La veo salir a ella y
encaminarse lentamente hacia la puerta del ascensor. Me gustaría avisarla, pero
mi sitio es solo la mirilla, porque cuando él abrió la puerta, y ella no le
podía todavía ver, me dio la impresión que escondía tras la chaqueta una navaja
abierta. En todo caso y pase lo que pase no me retiraré de la mirilla. C2
domingo, 7 de febrero de 2016
Cuando Alicia despertó, tras su viaje por el mundo subterráneo, vio que delante de ella estaba el horizonte
Hay un momento en que nos encontramos ante el abismo. Pero, atención, luego vemos un puente de tablas que une las dos orillas, y poco a poco vamos avanzando por él. Y sabemos que los jardines nocturnos, las piscinas del deseo, los bosques y sus rituales, son el sendero que el destino nos ofrece para alcanzar los reinos de Argantonio y sus barcos, con sus cargas de plata como piel en la noche, rumbo hacia la Roma consular. C2
domingo, 31 de enero de 2016
Cuando los relojes toman la forma de pájaros de arena
Huellas tuyas en el desierto, allí donde las sombras se
alargan en la mañana de los sentidos. Días de silencio, de gotear de sensaciones, de dolor, de frío que entra por la ventana y nos avisa del invierno inevitable. Pero también de hielo que se quiebra bajo la voluntad del hacha y que ilumina el oro que las almas comparten y desean. C2
martes, 5 de enero de 2016
Una noche cargada de recuerdos: el cilicio que ella hizo y me regaló.
Una Alicia de jabón de Londres, un vasito de Neuschwanstein y Luis II, una pipa de espuma de mar de Washington, una caja de cristal coloreado de Alemania, una caracola de los mares de nuestro Sur, un Diablo-Sileno de Ginebra...y tu cilicio.
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