Puente de maderas, puente de palabras, que Iskander, ¿o es Kipling?, nos hace cruzar para enseñarnos que sólo en nuestra aceptación está el camino. Quizá desearíamos detener el vuelo del ángel, como suplicaba el Filósofo, pero sabemos que es imposible. Cada derrota nos aproxima más a nuestro destino, a lo más temido, al pasto de las ilusiones de los guerreros. Pero, así, comprendemos que en la realidad Ulises nunca volvió a Itaca. La necesidad de su pérdida para que existiera siempre en el corazón.
C2
1 comentario:
pero que linda, linda foto¡¡¡
esta Ud. rodeado de angeles, en verdad.
besos de Su kajira
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