sábado, 15 de enero de 2011

"Eres el dueño de un ámbito cerrado como un sueño" (Borges)

Hacemos un gesto y éste abre mil posibilidades, quizá mil vidas que no conoceremos, pero que viviremos. Así, acaricimos su piel, la tomamos, y abrimos la puerta de un sueño. Cada NO es una de esas vidas que muere, que desaparece para siempre como las lágrimas del replicante de Blade Runner, más allá de la Puerta de Tannhäuser. Todos nuestros recuerdos son mentiras y el árbol del presente da los frutos de esas raíces del falso pasado. A veces, uno sólo quisiera poder compartir durante un tiempo una amable mentira, la que nos abra mil vidas, la que no muera entre nuestras manos vacías de la arena y el agua salada de la infancia.

C2

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Los recuerdos, a fuerza de pensarlos, se vuelven fantasías, y las fantasías son el alimento del alma....Señor.
S.

Unknown dijo...

Lisboa es un puente y es una ciudad por donde la bruma cruza y desembarca entre los humos apagados de aquel incendio que quemó el borde de las enaguas almidonadas de Alice, haciendo escala camino de Angola con un gato sediento de aventuras, entonces escribió el siguiente haiku en una servilleta de papel y lo dejó sobre la superficie en la desembocadura del Tajo mientras flotaba suavemente:

Desde que nace
se la escucha allí
al ocultarse.