lunes, 7 de marzo de 2011

Micòl Finzi-Contini cita en su última página el verso de Mallarmé

En este segundo periodo del blog hemos elegido que las manos sean guías y límites. No hay fetiches, sólo instrumentos para marcar la arena, para tocar las piedras o los árboles, para señalar las fronteras entre el pasado y el presente, entre el deseo y el olvido. Manos que dicen adiós y hola, que son banderas de un buque de guerra, que permanecen abiertas o atrapadas. Manos que son como cuerpos, cuevas de las Mil y Una Noches cuyo sésamo se encuentra en tus labios: "le vierge, le vivace y le bel aujourd´hui", dijiste.

C2

2 comentarios:

Preste Juan dijo...

Una entrada tan breve como hermosa y delicada. Felicidades.

luna dijo...

Una entrada 10
10 como los dedos de las manos.