Las mismas escaleras, pero también las otras. Pîedras de sílex en hileras (fuego de las murallas, infierno ante el asalto), tronco podado de pino. Una vez más subimos, pero también bajamos. ¿La casa o la ciudad son el principio o el final? Contamos los días, pero no la hora cierta. En otro tiempo, subíamos de madrugada. Ya no salimos de noche ni caemos rodando por los escalones acortados: tenemos mucho cuidado con las hojas sin recoger. En el jardín han sido estrangulados los pájaros y exterminados los animales libres. Avancemos sin pereza por el camino de nuestra mejor amada, la que nos llevará a la nada y el olvido.
C2
2 comentarios:
En unos mismos rios entramos y no entramos, estamos y no estamos.
El título me ha llamado la atención, pues bien empezamos en 2011, jijiji.
Un saludo y un abrazo a jjadde.
Gracias, magnolia, por escribir en mi blog. Ya sabes, hay que empezar las cosas y los años con la misma prudencia que usamos para el primer día de sol en la playa.
C2
Publicar un comentario