viernes, 27 de mayo de 2011

La Inquisición sólo pregunta, en los días de lluvia, por el vuelo de los pájaros que no han sido (Mallarmé)

Las trilogías nunca empiezan por Justine, sino que extienden su poder por las calles nocturnas, las pequeñas cenas y los insomnios del deseo. Recordaremos, pues, los viajes antiguos a las ciudades de levante, cuando la aurora era un adorno en los árboles de naranjos, y la prueba de los dioses no nos hablaba al oído con el nombre que pudo abrir la puerta de las Mil y Una Noches.

C2

1 comentario:

magnolia dijo...

Como el tapiz que adorna los pasajes.....muy bonito Señor.
Un cordial saludo un beso para su querida Kajira.